lunes, 10 de marzo de 2008

Oficio de Asomacho


   

   Estimado miembro número 15888300023344, nos dirigimos a usted en esta misiva en la oportunidad de saludarle y felicitarle por su blog, un saludo muy de machos.
   Es de nuestro pesar tambien infomar nuestro decontento por su artículo titulado "Oficio de los nacidos en Marte", con fecha tres (03) del mes en curso, donde expone una serie de ideas que no son del consentimiento de nuestra mesa redonda. por eso instamos a publicar una reciente investigación llevada a cabo por nuestros matemáticos más calificados donde demostramos, sin lugar a dudas, lo equívovo de su exposición, sin más a que hacer mención, se despide de usted
Asomacho Inc.

P.D. Aprovechamos la instancia presente para recordarle la próxima convención a realizarse el próximo fin de la corriente en la Licorería de Pepe. Gracias de antemano por su asistencia.

lunes, 3 de marzo de 2008

Oficio de los nacidos en Marte


  


 
Ya no recuerdo muy bien cual fue la razón precisa que me hizo escribir esta entrada... se que fue una conversación, por demás interesante como siempre, pero a medida que empecé a pensarla, a modelarla, me perdí en la complejidad del tema, pensé en llamarla "10 cosas que hacemos los hombres que no deberíamos" o "Los errores más comunes que no debemos cometer"; me perdí, me perdí por que no bastaría con tan poco para hablar de tanto. Son tantas las cosas que hacemos mal, desde no abrir la puerta del auto, no detenernos a escuchar con la mente lo que nos entra por los oídos hasta engañarlas, a ellas, a nuestras amigas, nuestras hermanas, nuestras madres; quizás empezar por allí no estaría nada mal, ver a la mujer sin verla, empezar a verla pero sintiéndola, sufriéndola, p0r que aunque nos parezcan muy fuertes y créanme que pueden llegar a ser mucho mas fuertes, eficientes, ordenadas y evidentemente más inteligentes que el hombre promedio... también son unos seres delicados, que sufren no una vez al mes como a veces pensamos, que sufren por que son sensibles, unos seres capaces de pensar las situaciones más insólitas que nuestra imaginación pueda pensar y aún así, resolverla elegantemente. Decir mujer debe ser, cuando menos, decir amor, decir alegría, decir luz, no solo nos complementan, sino que nos llenan, no nos acompañan, nos guían, no aprendemos de ellas por que estamos junto a ellas sino por que jamás dejan de enseñarnos, desde como decir agua, amarrarnos los zapatos, aprender a multiplicar y a diferenciar lo bueno de lo malo, hasta a amar, a estar con ellas, a disfrutarlas. Las mujeres nunca deberían de soñar con algo maravilloso, con algo ideal, con alguien ideal, lamentablemente, nosotros nos encargamos de bajar sus ilusiones a un estándar tan general que aún siendo una obra perfecta, se llegan a conformar con estar, a veces hasta con sólo tener a su lado a un ser tan normal, tan básico con nosotros. Ahora se que daré este top de las cosas que no hacemos nada bien evitando mi usual forma de ver las cosas, este top ten es, mujeres, una gran disculpa de los chicos de Marte y un gran agradecimiento por conformarse a intentar entendernos…. Las amamos!

Top de las 10 cosas que hacemos los hombres que no deberíamos:

1. Engañar. Muchas pelis de épocas más medievales nos pueden hacer ver los más valientes mientras arrojamos nuestra espada gritando libertaaaad!. Pero nada nos asusta más que enfrentar una discusión con la mujer que amamos sabiendo que tiene la razón, preferimos ir a Irak que confrontar a una mujer que nos descubre en una mentira, que se dieron cuenta que aquel fin no estábamos con unos amigos , ni pasando por debajo de ningún puente o que nuestro teléfono si servía. Ante una evidente confrontación con el enemigo la mejor amiga de un hombre puede ser una mentira blanca, que no es un problema de por si, el problemas son las diez mil que hay que decir para sostenerla por que una mujer no abandona un asunto donde es suspicaz. Digamos la verdad, sea cuál sea ellas la prefieren, la verdad que no quieren oír usualmente no la preguntarán, pero dando un paso al frente no permitiremos que se erradiquen en sus hiperquinéticas mentes la desconfianza o el miedo.

2. No escuchamos. Podemos ser capaces cuál el mejor de los autómatas de escuchar lo que una chica nos tiene que decir sobre este asunto o el otro, pero a veces nos olvidamos de escuchar con la mente lo que nos entra por los oídos. Escuchemos hombres, sintamos lo que nos dicen, casi siempre es algo muy inteligente, anotémoslo si no entendemos al instante, y pidamos su ayuda para hacerlo, se sorprenderían de la receptividad que hallarán si lo expresan con amor.


3. No leemos el manual. A veces nos podemos llegar a sentir tan inseguros sobre que hacer o que decir, o aún cuando sabemos que hacer y que decir nos asusta no encontrar el momento perfecto, no hacer llegar una disculpa a tiempo, no abrazarlas en nuestros brazos mientras nos regañan o se liberan de un asunto que las molesta, en ocasiones no nos detenemos a pensar lo que decimos o la forma en que lo hacemos…. Y podemos perder la razón aún teniéndola por no ser capaces de defenderla.

4. No entendemos. Una vez al mes, y en ocasiones algunas más y sin aviso, una mujer quiere llorar, te trata de lo peor, se quiere reír sin razón, quiere comer una arepa con aguacate a la una de la mañana o te hace buscar fresas con crema para luego decirte que se le quitaron las ganas que mejor prefiere duraznos, te pregunta si la amas, te pide un abrazo o te exige que te vayas Nada de esto signifique que no nos amen, aunque tampoco signifique que a veces no nos manipulen o nos prueben, pero hombres, seamos razonables, por todo lo que nos dan, por todo lo que recibimos de ellas y por todo lo que absorbemos de ellas, días o situaciones así, valen la pena y siempre la valdrán, empecemos por entender y hacer lo que tenemos que hacer y sin quejarnos para no permitir que se ensanche la eterna deuda que tendremos con ellas por hacernos hombres mejores.

5. Dejamos de ser creativos. Al pasar la luna de miel que dan los primeros meses de compartir con el objeto de tu afecto, dejamos de hacer las cosas más sencillas, cambiamos el cine por un Dvd, la salida a comer helados por la visita a la familia (con juego de dominó incluido), dejamos de abrir la puerta del auto, de la casa, de la oficina, en fin, el que una mujer se decida a dar el salto de callar sus voces y entregarse al riesgo de estar con nosotros no quiere decir que no necesite de estímulos, que deje de disfrutar el salir a hacer cualquier cosa, simplemente a dar una vuelta o que no le guste recibir una flor un día diferente al de su cumpleaños o al día de los enamorados. Que sepa que la amamos no significa que no quiera leerlo en una carta de esas que escribíamos de chamos o que no le sorprenda encontrárselo en un grafiti en una pared al frente de su casa, sorprendámosla, entretengámosla, recordémosle que tomaron la mejor decisión o al menos no tomaron la peor al estar con nosotros.


6. No nos comunicamos. Podemos ser los peores a la hora de mostrar lo que sentimos, lo que no nos gusta o lo que no nos gusto, ellas no tienen la culpa de ello, no se merecen que un buen día las sentemos en una silla y le vomitemos de la peor forma cosas que son capaces de atender y entender en una conversación normal y no menos que cotidiana, digamos las cosas a tiempo, digámosle que la amamos, que la estimamos, no temamos decir que las extrañamos o las necesitamos, por que ellas necesitan saberlo y se complacen de saberlo. Hablemos, el que seamos unos cyborg para lo sentimental no significa que ellas también (aunque a veces lo parezcan), averigüen el efecto que un gesto de amor puede causar sin pena y sin miedo… sobre todo… sin excusas.

Dejare las 4 restantes para que sean ustedes mismas quien con el tiempo terminen de construir esta entrada, si bien muchas veces… no, todo el tiempo queremos ser mejores para ustedes, también es cierto que necesitamos de su ayuda… empezando por este blog y terminando por vivir.. gracias mujeres por existir..