Hosmopolitan Agosto

A propósito de o por culpa del FACEBOOK (salpicándome aunque me resista Clary) me parece muy curioso encontrarme con un dilema recurrente de las navidades o de los cumpleaños… que regalarle a un hombre.

Marcando en mi memoria la ocasión 237 que me encuentro con ese dilema de alguna de mis amistades femeninas, me parece por demás muy curioso el tratamiento que se le da al asunto de regalarnos, escuchando incluso el absurdo argumento que “regalarle a un hombre es lo más ladilla que hay”.

No puedo evitar preguntarme, en que punto dejamos de ser esos seres básicos que pregonan a los cuatro vientos para que exista tal dificultad a la hora de obsequiarnos… ¿Por qué Dios… por que…?

Mujeres: más fáciles de regalar imposible… existen además ciertas reglas que pueden aclarar ciertas confusiones a la hora buscar un regalo para nosotros, por ejemplo:

· Si tenemos 4 pares de zapatos es suficiente, no necesitamos uno que combine con cada prenda que tenemos, especialmente no necesitamos unos zapatos rosados para combinar con la chemisse rosada que nos regalaron en navidad. Nos conformamos con unos zapatos de vestir unos cómodos para ruletear, unos bonitos para salir y quizás… sólo quizás… algunas sandalias para los mas osados o si ya estamos por los 40…

· No… no queremos que nos cambien la forma de vestir… si un chico usa ropa holgada por favor no regale una prenda que quede ceñida al cuerpo y viceversa. Por favor absténgase de regalar blue jeans con huecos a las rodillas o en el trasero, no es ser anticuados, simplemente no lo haga.

· Odiamos ir de compras, tómelo en cuenta por si planea llevarnos de tiendas ante la indecisión y/o la decisión de que seamos nosotros mismos los que escojamos, creara un momento de incomodidad o se sorprenderá al ver que salimos con lo primero que veamos en la primera tienda en la que entremos, somos hombres, entiéndanos.

El cumplimiento fiel de sencillas reglas como las anteriores garantiza el éxito de la misión de regalarle a un hombre. Además de esto, existen también ciertos criterios a seguir, muy sencillos por demás que dependen, como en cualquier caso a la personalidad del merecedor de la molestia, de que le gusta, que haga, que edad tiene y otros.
Si el chico es un aficionado a los deportes se anotará un éxito seguro regalándole la camisa oficial de su equipo favorito de béisbol, fútbol o bolas criollas. Es muy preferible la camisa a la gorra puesto que el 70 % de los hombres sufre de calvicie en alguna etapa de sus vidas y los que no temen padecerla en algún momento. Por favor evite regalar aceite de quina, Ervamatin o un lustra cabezas hipoalergénico.

Si su chico es un aficionado a las jergas (la bebementazón) o como dicen por allí bebe más que un catador de la Polar o sencillamente le gusta estar en la onda de los sitios que están IN y los que están OUT, regálele a ese chico una salida a un antro nocturno, recordando que somos hombres, no mujeres, la salida deberá ser casi exclusivamente a beber algún liquido espirituoso, un poquito a bailar y la otra parte a que usted se dedique a presentarle cuanta chica de buen ver se encuentre en el mismo local. Por favor, evite presentarnos a alguien luego de la doceava cerveza o el tercer Whiscky ya que le tiraremos palo a todo mogote. El objeto de su afecto se lo agradecerá al día siguiente, si quiere sobresalir aparezca con una sopa de pollo a eso de las 10 de la mañana, el chico la amará… no exagero y usted tendrá un detalle distintivo difícil de superar en originalidad. Un destapador es un excelente regalo, pero a la mayoría de los hombres no nos gusta prestar nuestras llaves o menos estar destapando bebidas toda la noche, así que el destapador perfecto es aquel que lo sea sin parecerlo, que por ejemplo al doblarse se convierta en destapador, así tendremos algo práctico que usar y algo novedoso que mostrar (muy frecuente entre hombres) en las reuniones de ASOMACHO.

Si el chico es un aficionado a los gadgets, es decir, a cuanto aparatito o cosa novedosa sale por allí o si es un aficionado al Internet, un buen pendrive será bien apreciado, usted, puede sobresalir, incluyendo en dicha memoria flash dos o tres programas portátiles de utilidad, como el OPERA PORTABLE, el OFFICE PORTABLE o el PHOTOSHOP PORTABLE o cuanto programa tenga que ver con los tópicos de trabajo o estudio de el chico, usted sobresaldrá por demostrar que además de atenta es una conocedora de las movidas tecnológicas de su obsequiado, lo que elevará el aprecio por el regalo. También funcionaría un bonito reloj digital con alguna novedad como por ejemplo que tenga un contador de cervezas o nivel etílico, algún detector de mini cuaimas o que almacene en un comando de alarma una frase como “derechito para tu casa”.

Si el chico es aficionado a la lectura un buen libro nunca será despreciado, el chiste para sobresalir es por supuesto escoger el libro adecuado. Un buen consejo es averiguar el libro favorito de su obsequiado y conseguirlo en una bonita edición, mucho más efectivo que arriesgarse a regalar un libro nuevo que puede aburrirnos en las primeras cuatro páginas y de paso obligarnos a buscar la reseña en Internet para poder responder algo cuando nos pregunte que nos pareció lo que le hizo la cuñada del protagonista al testamento del abuelo. En general, el que a usted le guste un libro no significa que a un hombre también, si ese es el caso asegúrese de incluir en un bonito marca libros la cita o sección de interés, aunque el libro sea malo el gesto es apreciado y puede provocar en el lector una disposición diferente a enfrentar las primeras páginas que leerlo sin disponer de ninguna información previa. En general son obsequios muy exitosos libros de caricaturas, manga o libros de frases cómicas. Los libros que recopilan las caricaturas de Maitena, MUJERES ALTERADAS, será un gran obsequio, ya que combinara una publicación graciosa e inteligente y usted será automáticamente apartada del monton por su capacidad de mostrar autocrítica hacía el mundo de la psique femenina.

Si la ladilla la esta matando y ha sido capaz de llegar hasta aquí y ha notado que su chico no es aficionado a nada, entonces tiene la libertad de escoger entre cualquier leyenda urbana que haya escuchado por allí, al fin y al cabo, el detalle si cuenta, y si lo regala usted y a él no le guste mándelo por un tubo por majadero, pero no deje de decir presente para decir: “Regalarle a un hombre es una ladilla”.