jueves, 21 de mayo de 2009

El Triángulo Rectángulo Amoroso...


En ocasiones, parece que la vida es una fuente inagotable de nuevas experiencias y aventuras, el día a día nos trae un sinfín de eventos inesperados y decisiones minuciosas que sumadas desde la mas ligera hasta la mas pesada, rigen cuidadosamente el ritmo de los eventos causales de todo principio.

Sin embargo, el otro día cavilaba, observando a la distancia mientras esperaba no me acuerdo que en no me acuerdo donde, la conversación entre un chico y una chica, estaba tan lejos y el vallenato estaba tan fuerte (ah si, fue en una camioneta), que era imposible saber sobre que conversaban, sobre si Sumito es calvo por genética o por elección, si trabajará en la próxima publicidad del banco Federal, o cualquier otra cosa. Sin embargo, a pesar de que la escena estaba en modo mudo para mi, algo era muy evidente, el LENGUAJE CORPORAL. Puedo jurar por la vida de mi primo Marloz (jajaja) que la chica sentía una obvia atracción por el chico. La danza es así:

1. Ella habla con una sonrisa de idiota permanente mientras bambolea su bolso de un lado a otro.

2. Se ríe de todo lo que el dice, hasta cuando le pregunta por la hora.

3. No puede faltar la pregunta: “Y tu novia no dice nada?” (SI, sabemos que es su forma nada solapada de averiguar sobre nuestro estado semi-civil).

4. Aparte de todo lo anterior, los cuerpos en cuestión están frente a frente, ambos se miran con la cabeza semi inclinada, no hablan, solo bailan la danza de conocer a alguien que te gusta.

Lo anterior pudo haberle recordado a alguien alguna etapa vivida, no sería casualidad. Cuando alguien nos gusta, indudablemente queremos conocerla más, o conocerlo, según sea el caso. Podemos valernos de cualquier recurso, inclusive los más bajos para propiciar un encuentro, como por ejemplo pinchar el caucho delantero en la esquina de la casa de la chica para procurar hablar con ella por “casualidad”, aunque al llamarla nos diga que se fue de viaje por el fin de semana a Choroní. Queremos verla, queremos hablarle, queremos pasar un rato de calidad con ella, queremos… Bueno si, queremos otras cosas también pero no nos apartemos del tema. El asunto es que somos capaces de ver dos horas de la peor película romántica del nuevo cine español, o la secuela de alguna película de los 80 del cine francés. Somos capaces de soportar lo insoportable, de hacer lo necesario para averiguar lo que necesitamos en el menor tiempo posible.

Esto funciona tan cierto en tal alto porcentaje de los casos que es casi como una regla matemática. Si un hombre les escribe mensajitos de buenas noches, de buenos días, le llama empezando la conversación con algo como: “¿Oye como estas? Estaba descansando…. Y no se por qué… pero me acordé de ti….”, si ese chico siempre tiene tiempo para ti, un mensaje, una llamada aunque sea el más ocupada de los ocupados… hay una realidad matemática: Le gustas a ese hombre. Por supuesto que el caso contrario es más que pertinente, le gustas a esa muchacha.


En todo caso, las desventuras de una mente distraída, de carecer de la experiencia de cómo bailar esta danza, a veces nos perturba de observar lo verdaderamente importante, entender y aceptar el mensaje, aunque después la queramos mandar por un tubo, pero a veces es conveniente desconectarse el “modo Torombolo” por un instante para saber que hemos estado haciendo y que nos ha estado pasando últimamente.

Una idea que propongo, aparte de explicar detalladamente los pasos de la danza (en un futuro muy cercano prometo hacerlo) es instituir alguna ley matemática para los efectos, sería de gran ayuda. Imagínense tener una formula en la que podamos constatar si nos montan cachos, si le gustamos a alguien o si el mensaje de anoche de “ven con mami” significa lo que creo que significa. Sera parecida a la regla del TRIÁNGULO RECTÁNGULO AMOROSO, la cual en esencia expone lo siguiente:

“Si tu pareja se la pasa sumando sus catetos con los catetos de su compañero de trabajo, de estudios, o afín, mándala a la hipotenusa al cuadrado.”
Hay tantas cosas en una relación de pareja, de personas que se atraen, de personas que se quieren que funcionan tan sorprendentemente igual para ti, para mi, para todos, hasta para nosotros mismos cuando nos toca pisar la misma piedra dos veces que darle un vistazo a leyes como las anteriores no solo nos ahorrarían mucho tiempo, sino que nos harían más felices.

Esperando verlos pronto, atender mas y mejor este medio. Su amigo Omar.
P.D.: Esta entrada es verde, por que por su longitud de onda(550nm) es el color más visible para el ojo humano (a excepcion de los fluorescentes), es por ello que los numeros del microondas, las señales de las autopistas y hasta los led´s de las calculadoras son de color verde... Buena vibra a todos.


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